“El Sur” es un cuento escrito por J. L. Borges, que trata sobre un
hombre que tiene un linaje mitad argentino y mitad alemán, al que un día, tras
golpearse fuertemente la cabeza, es internado y a raíz de eso le da una
septicemia. Después de estar unos días en el hospital, de dan el alta y cuando
sale, se toma un tren para irse a una finca que él tenía en el sur del país.
Estando allí, entra a un almacén y unos lugareños deciden desafiarlo. Al
terminar el cuento nunca aclara si murió o no, ni en dónde.
Este puede
ser muy bien comparado con el cuento de J. Cortázar, “La Noche Boca Arriba”,
que cuenta la historia de otro hombre que tiene un accidente sobre su moto y es
llevado al hospital. Allí, entre sus desmayos y sueños afiebrados, se pone en
la piel de un moteca huyendo durante la “guerra florida”. Mientras que el
hombre de la actualidad agoniza en una cama de hospital, el moteca es capturado
y sacrificado. Ambos hombres, como enuncia el título, tienen una muerte “boca
arriba”
Por su parte,
“El Sur” comienza situado en el año 1939 pero luego de que le dan el alta del
hospital y cruza determinada calle, las descripciones ambientales comienzan a
ser características del siglo XIX. También, cuando llega al sur, los paisajes y
las actitudes de los personajes son muy gauchescos, como en el Martin Fierro, un libro que el personaje
había leído.
Mientras que
“La Noche Boca Arriba” nunca específica en que época está situado pero es fácil
deducir que es en la actualidad por diversos aparatos tecnológicos que aparecen,
como los semáforos y las motos. Pero los sueños del personaje se sitúan en la época
precolombina cuando los aztecas podían realizar sus festivales sin mayores
preocupaciones.
En ambos
cuentos se produce un pasaje entre los dos mundos pero la forma en que esto
ocurre es muy diferente. En el cuento de Borges se produce casi de forma
literal luego de que pasa algo puntual en el cuento; sin embargo, Cortázar, al
ser un sueño, lo hace más mezclado con la supuesta realidad. Al inicio del
cuento este pasaje se genera a través de párrafos, luego, en oraciones y
finalmente con una coma.
Al tiempo que
el cuento de Cortázar tiene una focalización interna, el de Borges tiene una focalización
externa. Esto influye en los cuentos ya que determina cuanto sabe el narrador
sobre los personajes y lo que están viviendo. También ayuda a que el lector se
sienta de la misma forma que ellos.
Para generar
un efecto más fuerte en el lector, ambos escritores utilizan imágenes sensoriales
para describir diferentes situaciones en las que los personajes no están
completamente lucidos o se ven incapaces de usar uno de sus sentidos.
Cortázar las
utiliza en el momento del sueño moteca, cuando esta todo oscuro por la noche y
el personaje no puede ver, también para denotar que algo fuera de lo habitual está
pasando:
“Como sueño
era curioso porque estaba lleno de olores y el nunca soñaba olores”
Por otra
parte, Borges las utiliza en el momento en el que su personaje estaba internado
para demostrar la poca claridad que tenía:
“Se sintió
feliz y conversador; en cuanto llegó, lo desvistieron; le raparon la cabeza, lo
sujetaron con metales a una camilla, lo iluminaron hasta la ceguera y el vértigo,
lo auscultaron y un hombre enmascarado le clavó una aguja en el brazo.”
Otro de los
procedimientos utilizados son las pautas de lectura en ambos cuentos para
adelantar cosas que pasaran. Por ejemplo Borges utiliza la frase:
“A la
realidad le gustan las simetrías y los leves acrónimos”
Que sirve de
punto de inflexión entre las dos realidades y comienzan las simetrías entre
ellas.
Por otro lado, Cortázar las utiliza en la forma en la
que divide las realidades, primero pasándola entre párrafos, luego entre
oraciones y finalmente con una sola coma:
“Con una mano hizo gesto hacia la
botella de agua, no llego a tomarla, sus dedos se cerraron otra vez en un vacío
negro, y el pasadizo seguía interminable, roca tras roca [...]”
Utiliza esto
para generar en el lector una sensación parecida a la del personaje, que ya no
sabe cuál es la realidad y cuál es su sueño.
También ambos cuentos cuentan con simetrías
entre realidades, Cortázar las utiliza con respecto a que ambas muertes son
boca arriba, una tranquilamente sobre una cama, y la otra sobre una piedra de
sacrificios. Además en el “mundo” del moteca es de noche mientras que en el
hospital es de día.
Borges
utiliza estas simetrías con las muertes y los abuelos del personaje, una es
pasiva y en un hospital lo que caracteriza a su abuelo alemán, en cambio la
otra posible muerte es luchando como su abuelo argentino. Al mismo tiempo, el
cuento tiene simetrías con la misma vida de Borges: uno de sus abuelos fue
argentino y el otro sajón, la septicemia a la que sobrevivió y una estancia en
el norte, a diferencia de la del cuento que es en el sur.
Para generar ambigüedad en el
lector, Borges cambia los tiempos verbales al final de su cuento. En el anteúltimo
párrafo de su cuento utiliza el pasado pluscuamperfecto del subjuntivo que
indica imposibilidad, dando a entender que nada de eso ocurrió realmente y murió
en el hospital. Pero después en el último párrafo, utiliza el presente del
indicativo que demuestra certeza absoluta, lo que nos lleva entender que si ocurrió. Esta paradoja
profundiza la ambigüedad. Además, Borges genera la posibilidad de una tercera
realidad, utilizando el adverbio “Acaso” con el que podemos suponer que no murió
en ningún momento, que acaso supo
manejar el cuchillo, y hasta logra sobrevivir el enfrentamiento.
También
utiliza los intertextos de Las Mil y Una
Noches y El Martin Fierro para
adelantar cosas que pasaran en el cuento. Con El Martin Fierro adelanta el entorno gauchesco con el que se va a encontrar
más adelante. Por otro lado, con Las Mil
y Una Noches adelanta que gracias a la literatura puede salvarse o cambiar
su destino fatal como Sherezde.
En síntesis,
ambos cuentos presentan una realidad y una ficción pero utilizan procedimientos
literarios determinados para que distinguirlas le sea difícil l lector y hasta
imposible. En los cuentos los personaje buscan protegerse en la ficción, en “La
Noche Boca Arriba” el moteca corra para evitar las muertes que lo esperan y en “El
Sur” el personaje puede estar imaginándose la segunda parte del cuento basándose
en El Martin Fierro y gracias a la
literatura puede cambiar su destino como en Las
Mil y Una Noches.